Inexorable paso del tiempo
contra el cual lucho permanentemente.
Resisto, dándole batalla,
intentando exprimir cada segundo al máximo,
dándole intensidad y colores.
No obstante existen situaciones
que atentan contra esta verdad absoluta...
Momentos en que el tiempo se detiene
en que solo una brisa cálida roza mis mejillas,
y se escucha mi corazón palpitando fuerte
y una música lejana
que forma parte de la escena.
Todo lo demás yace inerte.
Y la magia se pasea.
lunes, 12 de septiembre de 2011
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