Respiro, camino, huelo, toco, leo...
Poco a poco mis pasos vuelven a confundirse en la multitud,
los sonidos vuelven a subir volumen y los movimientos y ruidos penetran en mis pensamientos /a mi pesar/
devolviéndome el vértigo cotidiano que había detenido
cuando mirando tus ojos azules, me besaste.
A lo lejos,
aún se escucha el quejido de un bandoneón.
domingo, 6 de septiembre de 2009
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; )
ResponderEliminarY si... es Buenos Aires...!
me encanta!
y...vishte, buenosh-airesh-tiene-eshe-que-she-shoooooo!
ResponderEliminar=) me descubriste amiga! jaja